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¿Qué son las crisis vitales?
Las crisis vitales son acontecimientos que suceden y hacen que nuestra vida cambie de repente. Nos obliga a tomar decisiones y a replantearnos nuestra forma enfrentar la vida.
Es un estado temporal de trastorno y desorganización, que se caracteriza por la incapacidad de la persona para abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas.
Las crisis vitales nos permiten reflexionar y evaluar alternativas y promueven en nosotros la toma de decisiones, los cambios y la reformulación de valores y creencias de cara a poder replantearnos de nuevo los objetivos en la vida.
En una situación de crisis nos hacemos muchas preguntas que pueden llegar a agobiarnos y también a asustarnos. Esto es porque la mente humana es inquieta y normalmente, queremos resolver todas nuestras dudas rápidamente, en cuestión de minutos.
Pero a veces, eso no es posible; se necesita tiempo para ir descubriendo el camino, para ir superando los miedos hasta que llegue el momento en que nuevamente, nos podamos volver a sentir seguros.
Hay momentos del ciclo vital relativamente tranquilos y estables y otros donde aparecen nuevas exigencias, en las que es necesario un periodo de transición para adecuarse a dichas exigencias. Se necesita tiempo para despegarse de una situación pasada y adaptarse a otra nueva y esto no es una tarea nada fácil.
Una crisis nos puede llegar a generar a una etapa de confusión, de desconocimiento de nosotros mismos, de pérdida y de vacío interior que puede prolongarse en el tiempo en función de diferentes variables (incertidumbre, miedo, inseguridad).
Una crisis vital puede ser gatillada por distintos motivos, muchos de ellos relacionados con desafíos previsibles que sentimos parte de la vida (por ejemplo, la maternidad, autonomía, vida o separaciones de pareja, relaciones laborales o familiares, envejecimiento, etc.). Sin embargo, también es posible que se produzcan crisis vitales a partir de situaciones inesperadas, como enfermedades, accidentes, o cambios que no teníamos previstos en nuestro plan de vida.
Algunas veces, las crisis vitales pueden conllevar a una crisis existencial, en la cual, se cuestiona el sentido de vida y el propósito que ésta posee.
Si bien las crisis vitales y existenciales son parte de la vida, no necesariamente pueden ser experimentadas como “crisis”. Esto da cuenta de que cada ser humano es distinto, y cada quién desarrolla múltiples y personales recursos para gestionar los desafíos, esto influye en la determinación de que una situación puntual se constituya en un “peligro” o una “oportunidad”.
La valoración de un desafío o problema como una “oportunidad” se construye a partir de la resignificación interna de nuestra capacidad para hacernos cargo de una situación que experimentamos como desafiante o problemática. No obstante, la percepción de esta capacidad dependerá de:
El grado de conocimiento que tengamos de nosotros mismos (Exploración amable y respetuosa de nuestro ser y sus potencialidades.)
De la apertura al análisis y comprensión del problema desde distintas perspectivas (Visualizar las distintas caras de la moneda, identificando nuevos focos y contextos de la situación).
La construcción de un sentido de coherencia entre lo que somos y nuestras decisiones. (Relación y armonía entre lo que soy y lo que hago).
El desarrollo de una planificación y ruta personal coherente a mí misma, para hacer frente a los desafíos (… ¡El plan dentro de ti!).
Si sientes que te encuentras en un momento de crisis vital o existencial, y tienes dudas respecto a si lo que te ocurre corresponde a una crisis vital, no dudes en contactarte conmigo. Puedes hacerlo reservando una hora de atención psicológica o a través del WhatsApp o Correo electrónico: reservas@elplandentrodeti.cl.